viernes, 13 de marzo de 2009

Llegando a la raíz del dolor

A veces te duele el alma, y eso sólo lo cura el tiempo; pero para aliviar el dolor neuropático, ese que surge en los nervios, no tienes que seguir

La cabeza, la espalda, las piernas... a todos nos duele algo de vez en cuando. El dolor es una de las expresiones que ineludiblemente acompaña al ser humano, pero no todos los dolores son iguales ni se alivian de la misma forma. Si te excediste haciendo ejercicios, probablemente te dolerán los músculos por un par de días; si te peleaste con tu novio a gritos, quizás te dolerá la cabeza toda la tarde... Pero cuando no existe una explicación evidente para la presencia del dolor, entonces la sensación de angustia y desconcierto es inmensa. Esa es una de las características que distingue al dolor neuropático, por eso es tan importante que ante cualquier dolor recurrente visites al médico. Pero ¿qué es exactamente el dolor neuropático? ¿Cómo saber si tú lo tienes?

Un dolor que surge en los nervios

Los nervios son estructuras semejantes a los cables eléctricos y están distribuidos por todo el organismo, ayudándonos a distinguir la información interna y externa que llega a nuestro cuerpo. Estos "cables eléctricos" transmiten la información hasta nuestro cerebro, para que nos demos cuenta de que hay una lesión o se produzca una respuesta como saltar, gritar o llorar. El dolor ocasionado por un daño en ese sistema de nervios se llama dolor neuropático.

Causas y síntomas

Cualquier lesión en el sistema nervioso central o periférico puede causar dolor neuropático, pero algunas enfermedades también pueden originarlo, como diabetes o trastornos de la tiroides; virus como el herpes zóster y el VIH; hernias de discos; golpes en extremidades, sobre todo en hombros, caderas o tobillos; compresión de nervios a causa de tumores; infecciones, etc. Por lo general, el dolor neuropático se percibe como un dolor difícil de describir, punzante, o una sensación de descargas eléctricas que se agudizan por la noche. Los síntomas también incluyen adormecimiento, hormigueo, dificultad para dormir y concentrarse, falta de energía, somnolencia y hasta una sensación de ardentía ante el simple contacto de la piel con la ropa.

Tratamiento

En la actualidad, el diagnóstico y tratamiento del dolor neuropático se encuentra en una etapa más avanzada. Contamos con medicamentos cada vez más específicos y dirigidos a este tipo de dolor, como es el caso de la Pregabalina, que restaura la función nerviosa normal por medio de la regulación de las sustancias llamadas neurotransmisores.De esa forma, se alivia el dolor, además de ayudar en otros niveles, como mejorar la calidad del sueño y la ansiedad. Pero recuerda que el primer paso está en tus manos: visita al médico ante cualquier cambio en las sensaciones dolorosas o cualquier dolor recurrente, aunque sólo sea un dolor de espalda.

¿Tengo dolor neuropático?

Responder a las siguientes preguntas puede ayudarte a saberlo.

¿El dolor que sientes o has sentido durante los últimos 7 días era como una sensación de hormigueo?

¿El dolor es como una sensación de quemazón?

¿Se parece en algo a una especie de entumecimiento (sin sensibilidad)?

¿Sientes o sentiste como descargas eléctricas?

¿El dolor empeora con el contacto de la ropa o las sábanas?

¿Se limita a las articulaciones?

Si respondiste SI al menos a 2 preguntas: es PROBABLE que tengas dolor neuropático y debes visitar a tu médico.

Si respondiste SI a 1 pregunta: es POCO PROBABLE que tengas dolor neuropático. Aun así, si continúas teniendo dolor, también visita al doctor.

Autor: Redacción
Fuente: http://www2.esmas.com/cosmopolitan

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