lunes, 2 de marzo de 2009

La fractura más inoportuna

La fractura de pene en realidad es un problema muy poco frecuente, pero conocer las señales y qué hacer de inmediato es importante para evitar secuelas a largo plazo, incluso daños en las vías urinarias.

Fractura suena a hueso, pero en el caso del órgano sexual masculino, que solo está formado por tejidos y músculos, la palabra significa rompimiento, ruptura, desgarro. Y sí puede ocurrir algo así, aunque muy esporádicamente para fortuna de los hombres.

Ocurre tan poco que al menos en las estadísticas del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) no sobrepasa los tres casos al año. El doctor Marcos Rodríguez, urólogo de esa institución, dice que las estadísticas internacionales promedian un caso de fractura de pene por 175,000 consultas de urología.

No obstante, cuando sucede representa una emergencia porque los daños pueden involucrar no solo la capacidad de erección, sino la función urinaria.

La fractura solo puede pasar cuando hay una erección y el pene sufre un traumatismo, explica el urólogo. Ocurre, desde luego, durante la relación sexual o la masturbación.

De este modo, existen algunas posiciones sexuales en las que es más frecuente. Sin embargo, este inesperado accidente no ocurre precisamente en el coito, sino cuando el pene se sale de la vagina y se golpea contra la otra persona o se cae de la cama, por ejemplo.

Pero ¿en qué consiste la fractura? Debido al trauma o golpe el pene se tuerce y se rompen los cuerpos cavernosos. El miembro masculino tiene dos de estos últimos y son estructuras que normalmente están vacías pero que se llenan de sangre y hacen posible la erección.

Debido a eso, según detalla el doctor Rodríguez, la túnica albugínea se hace más delgada y por tanto, más vulnerable. Es un tejido que recubre la estructura de los cuerpos cavernosos y que va justo antes de la piel.

Al ocurrir la fractura se rompen esas partes del pene. En la mayoría de los casos, la lesión solo alcanza un cuerpo cavernoso, pero puede pasar que afecte a ambos. En un 38% de los pacientes la ruptura puede alcanzar también a la uretra.

La uretra es el conducto por donde pasa la orina desde la vejiga hasta el exterior pasando por el pene. Cuando resulta afectada, el hombre orina sangre o no puede orinar.

Aparte de este síntoma, el hombre y su pareja pueden saber que ha ocurrido una fractura de pene si escuchan un chasquido, hay un dolor repentino en la zona, pierde la erección y el área se empieza a poner color morado.

Debido al rompimiento de los cuerpos cavernosos, la sangre que estaba ahí se acumula y el pene presenta una forma de berenjena: morado e hinchado.

Si se palpa la superficie del pene se puede sentir una protuberancia, es decir, un coágulo, detalla el urólogo. Además, no solo el pene se pone morado, el área que lo rodea (perianal, testículos y periné) también toman ese color.

Estos síntomas son graduales, pero el dolor es muy fuerte. Y aunque muchos hombres se pueden avergonzar de consultar al médico, hacerlo marca la diferencia entre tener o no daños a largo plazo difícil —sino imposible— de corregir pasado un tiempo.

La disfunción eréctil es una consecuencia, pero también fístulas venosas que afecten el fluido de la orina o bien, daño permanente en la uretra y deformación del pene.

Autor: Laura Molina
Fuente: http://www.laprensagrafica.com

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